Efecto mariposa

El aleteo de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo.

La idea del efecto mariposa es que la secuencia interminable de hechos, aparentemente desencadenados entre sí, acaban por tener consecuencias completamente impredecibles.


Si aplicamos este concepto al ser humano, tendremos que atender a la cosmovisión individual para entender que cada una de las partes de ese universo reaccionará de forma distinta a los cambios y evolucionará de forma diferente e imprevisible.


El ser humano consiste en su propia experiencia de vida y al entendimiento de esto mismo, para desde ahí reaccionar a los estímulos externos con una conducta propia. Es aquí donde la interpretación de un hecho se convierte en una situación impredecible que podría desencadenar un caos en el individuo.


En cualquier momento de la vida del individuo, está sujeto a la influencia del entorno para, desde ahí, construir su propio mundo que contenga elementos de sobrevivencia como mecanismos de defensa y desde ahí pertenecer con sus propios medios al medio en el que se desenvuelva.


Entendamos que la subjetividad del individuo está sujeta a las influencias culturales de su entorno, pero también a la interacción que se tenga por cualquier medio a los sucesos mundiales. A partir de ahí es donde tenderá a modificar sus conductas como mera reacción de sobrevivencia.


Si el momento que se vive de manera personal o global es caótico, los sentidos auspiciados por lo que ya se conoce como experiencias personales se agudizarán y entrarán en estado de alerta máxima, pretendiendo controlar los sucesos que ponen en jaque la integridad personal. Así, se desarrollarán y pondrán en práctica técnicas de sobrevivencia que van más con el instinto de conservación que con la conciencia del individuo.


Nos queda claro que mientras se está bajo presión y o amenaza el juicio personal se ve obnubilado y el sano juicio no es algo que esté presente. Desde ese enfoque inconsciente la conducta de escucha y elaboración de pensamiento estará prejuiciada por elementos que ni el propio individuo comprende de bien a bien. Aquí es donde ha iniciado el proceso de caos personal donde necesidades y carencias se harán presentes y el individuo estará inmerso en un mar de confusiones, rumores y fatalismo que no solo no apoyara su mejor desarrollo, sino que además lo dejará a expensas de ese efecto mariposa que se hace presente en forma de efecto dominó.


Ahora que, si el individuo hubiera aprendido de sus experiencias de vida previas, seguramente ya descartó creencias y patrones conductuales nocivos y/o anquilosantes que le dan paso a una visión diferente de sí mismo. Por tanto tendrá acceso a nuevas y valiosas herramientas para hacer uso en todo momento e incluso enfrentar situaciones de crisis con un enfoque propositivo.


Ya con una vez derrumbado un paradigma añejo, el camino de la construcción de un nuevo paradigma está más que accesible y a disposición de la diversidad de situaciones que el individuo tenga frente a sí. Aprender de nuestras interpretaciones y que tenemos la posibilidad de modificarlas da un sentido de vida diferente y por cierto prometedor.


De ahí en adelante el discernimiento personal afina el escucha y abre oportunidades de solución inmediatas donde ya no hay tanto espacio para vivir en la incertidumbre que causa el miedo de ser alcanzado por cualquier calamidad.


Mantenerse sereno y en óptima capacidad de respuesta va creando una aureola de resiliencia y bienestar ante los procesos de la vida misma que el ser humano va a transitar, dando espacio para un desarrollo integral del individuo sin importar el rol que se tenga. Tanto hombres como mujeres ejercerán su derecho a vivir con una mirada diferente y hasta benéfica.


La composición integral se ha sustentado en el desarrollo de diferentes facultades que integran la personalidad, como son el vincularse mental, emocional y espiritualmente consigo mismo, con los sentidos más afinados y ya sin tanto prejuicio, y desde ahí con el entorno que dará como resultado una mayor calidad de vida.


Bien sabido es que el ser humano tiene sus más grandes lecciones en momentos de crisis y que ese espacio es justo en momento de crecimiento donde definirá cómo continuará con su paso por la experiencia humana. Así que afinar el entendimiento significa aprender a desarrollar la intuición personal, teniendo confianza en que la posibilidad de verse o no afectado por los eventos externos está absolutamente ligado a la visión personal sobre los eventos.


Aquí es donde retomamos que el efecto mariposa tiene todos los sentidos que se le dé, aunque regularmente se habla de lo positivo o negativo. Bien, pues alinear la energía personal con el universo también crea una sincronía con efectos positivos si es que se elige estar en esta frecuencia. La pregunta obligada es personal, tanto como la elección de vivir utilizando estas herramientas o no.


Sincronizarnos con el flujo de la vida significa estar dispuesto a generar los cambios necesarios según se presente la ocasión.  


La sincronicidad para Carl Gustav Jung puede ser una manifestación de un arquetipo constelado, un modo en que el alma colectiva incide en nuestra vida, promoviendo alguna vivencia, alguna perspectiva.


Para Jung los fenómenos sincronísticos estaban relacionados con momentos de gran afectividad.


Norma Lorena García Medina






Comentarios

Entradas populares de este blog

Impulsos desde la ingenuidad o la irresponsabilidad disfrazada de ¿inocencia?

"Te amo" porque me eres útil

Mi vida ocurre en mi imaginación