Noblesse Oblige (Nobleza Obliga)
Es una expresión máxima de origen francés que significa que aquel que se proclame noble deberá conducirse como tal y acorde a la reputación que se ha ganado. Se dice de quien actúa con honestidad POR ESTIMACIÓN PROPIA, pese a no fulgurar entre lo que se reconoce.
Y justamente ahí es donde me da pie reflexionar sobre esta frase que describe perfecto a quien ha elegido actuar en consecuencia con la congruencia precisa, a quien no solo vive para agradar y sí agrada para vivir, enorme diferencia diría yo. En un mundo en que se persigue el reconocimiento como si se tratase de oxígeno para seguir respirando, aunque no vivos, porque para eso se requiere de mucho más.
Nobleza Obliga es una conciencia adulta que habrá de partir del compromiso que se adquiere a crecer nutriciamente el Yo Soy y desde ahí acompañar a los otros para generar un estilo de vida de ALTA DIGNIDAD. Nobleza Obliga es un compromiso que supera los deseos y quereres propios de los seres humanos básicos, superando la debilidad propia que propicia el confort de pasar desapercibido para no tener responsabilidad. Es atreverse a romper con roles establecidos de cualquier índole, elevándose por encima de los temores propios y de los inducidos.
Es una facultad que requiere un dar y tomar en ejercicio de equidad, estableciendo relaciones sanas y propositivas donde las partes sean parte honorífica de una red amorosa que se sostiene en el fortalecimiento mutuo. Ser capaces no solo de ver, sino de reconocer a quien desde su comportamiento NOBLE es un parteaguas y es justo donde comienza la nobleza propia.
Nobleza Obliga es la suma de renuncias a orgullos y falsas modestias porque se ha llegado al punto central de la creación que ha requerido valor y disciplina para superar una serie de eventos y experiencias ríspidas, trascendiendo aquello que parecía insuperable. Abriendo así la mente y el corazón para entender que la vida sí tiene un sentido, que por mucho llena de agradecimiento y paz a quien lo posee pero no solo se lo apropia, sino además lo comparte sin mayor pretensión que la de contribuir al desarrollo del todo.
Es imprescindible tener el buen sentido del valor para poder ver todo aquello que no se ve a simple vista desarrollando un sentido de vida extraordinario a partir de sí mismo. Entonces y sólo entonces seremos capaces y dueños de la tan añorada felicidad, porque sabremos que la felicidad es posible y que se construye día a día, desde aportar cada uno lo mejor de sí mismo. El honor no es otra cosa más que vivir la vida de frente.
Con dedicatoria especial para #yatúsabes
Norma Lorenza García Medina
Comentarios
Publicar un comentario